jueves, 27 de agosto de 2009

A 200 años del nacimiento de Félix Mendelssohn-Bartholdy


© Vilma Santillán (texto)-Grabado de F. Mendelssohn por Aubrey Beardsley

Otro aniversario musical se celebra este año: el bicentenario del nacimiento del músico alemán Félix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847).

Nacido en el seno de una familia judía culta y acomodada, fue un talento precoz que antes de cumplir 15 años ya componía obras de envergadura. Junto con Chopin y Schumann fue uno de los líderes del Romanticismo de comienzos del siglo XIX, movimiento artístico estrechamente ligado a la expresión de la emoción y a la subjetividad del compositor. De influencia decisiva en la vida musical alemana, realizó una gran labor al rescatar del olvido la obra de J. S. Bach, rescate que ya había comenzado unos años antes su profesor, Carl Zelter. Gracias a la tarea realizada por Mendelssohn y a su difusión en 1829 de la Pasión según San Mateo en la sociedad berlinesa, revivió el interés por la música de Bach en el siglo XIX.

Gozó, en vida, tanto de éxito artístico como económico. Gran pianista y director de orquesta, su principal innovación como compositor de música sinfónica fue la innovación con que trató a los instrumentos de madera de la orquesta. Compuso, entre otras obras, dos oratorios basados en textos bíblicos (Elías y Paulus); seis Preludios y Fugas para piano, utilizando para estas últimas los recursos contrapuntísticos propios de Bach; Canciones sin palabras; un par de sinfonías (la Italiana, en 1837, y la Escocesa, en 1842, luego de haber recorrido Italia y Escocia respectivamente) y oberturas de concierto (Las Hébridas y La gruta de Fingal).

Un comentario final: para quien ama la música y tenga la oportunidad de viajar por Alemania, Leipzig es una ciudad que debería figurar en un itinerario turístico-cultural. Allí vivieron J. S. Bach (desde 1723 hasta su muerte en 1750, desempeñándose como director musical de la iglesia de Santo Tomás); Félix Mendelssohn-Bartholdy (quien fundó y dirigió el Conservatorio de Música además de dirigir la orquesta de la Gewandhaus desde 1835, con la cual estrenó su Sinfonía Escocesa, cargo que ocupó por una década durante la cual logró transformar la ciudad en un centro musical de excelencia); y Robert Schumann y su esposa Clara Wieck (residieron en la ciudad los primeros años de su matrimonio, cuando Schumann compuso su Sinfonía de Primavera).

[+ info en: Rowley, Gill (ed.): El libro de la música, Instituto Parramón Ediciones, Barcelona, 1980. ISBN: 84-342-0150-X.]

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