© Vilma Santillán (texto) y Gustavo Pérez (fotografías)
Como ya fuera anunciado hace unos días en la primera parte de esta nota, el martes 16 de este mes se inaugurará en Lisboa, Portugal, la muestra fotográfica “Olhares sobre Lisboa”, organizada por la Casa da América Latina de esa ciudad y que incluye obras de Gustavo Pérez Fernández, fotógrafo y cineasta cubano, y mías. Gustavo expondrá fotografías color en tanto que yo me he inclinado por una selección de imágenes de Lisboa en blanco y negro. La Casa da América Latina nos ha pedido a ambos un texto de presentación de nuestras obras y Gustavo, gentilmente, me ha permitido difundir el suyo por este medio:
“Olhares sobre Lisboa”
Lisboa es una sucesión de experiencias. Intento fragmentarla, llevarme de ella su ritmo, su manera de entregarme las luces y las sombras, pero cuando creo descubrir los secretos que guarda, regenera su enigma y se me ofrece otra. Yo soy un contador de historias. Sustraigo de la realidad las imágenes que me gustaría compartir. Busco en ellas la confrontación de símbolos, la inquietante sensación del misterio. Al centro de esas imágenes está el hombre y su acontecer, la realidad más transparente y el juego de la simulación. Estas son fotos de una clara vocación indagatoria, no podría ser de otro modo, soy el viajero. Me acompaña la curiosidad por saber la posible identidad del que habita más allá de mi isla. Agradezco la suerte de compartir mis visiones. Lisboa tiene en mis ojos, el asombro.
Rua del Oro, Rua de la Plata. Una que sube reluciente, otra que baja pura. El mirador de Santa Justa, la plaza de Rossio, el tranvía que aguarda por mis pasos. Las tiendas que rematan los minutos, el pescado de ojos trasparentes, el ciego que rumorea un fado, la mudanza de almas subiendo la escalera del metro, los negros reunidos en apretada pertenencia, el Tebas que pinta sus paredes, la camarera de piernas redondas y silencio delgado, el café humeante de una mesa a la otra. El Barrio Alto en su noche de todos, la pobreza detenida en el aire, los edificios solos, la ilusión que se despinta en los labios de ella. Hay música en el Chiado Y quietud en la espera. Se confunden el cobre del poeta y un turista que llora. Así he visto a Lisboa, tan sólo cuando paso.
Gustavo Pérez Fernández ©
[+ info en: www.c-americalatina.pt y www.tytenargentina.com.ar ]
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