lunes, 30 de noviembre de 2009

Recordando a Auguste Renoir


© Vilma Santillán (texto y fotografía)-A. Renoir: El columpio (óleo sobre tela, 1876, Museo de Orsay)

Una excepcional presentación de 200 obras del maestro impresionista Auguste Renoir se realiza en París, Francia, en las Galeries Nationales du Grand Palais. Es la primera retrospectiva de los trabajos de Renoir que se expone en Francia desde el año 1985, y se podrá ver hasta el próximo 4 de enero. Es, también, una buena oportunidad para recordar y homenajear al artista del cual este año se cumplen 90 de su desaparición física pero no estética ni espiritual.

A mediados del siglo XIX, un grupo de pintores franceses comenzó a mostrar en sus obras las impresiones que el color y la luz y sus efectos les producían. Se interesaron, principalmente, en reflejarlos en cuadros cuyos temas eran los desnudos, las brumas, la nieve y los jardines soleados. Rechazados por los salones oficiales (por ello fueron llamados “les refusés”, los rechazados), se agruparon para realizar exposiciones libres, la primera de ellas en 1874, en París, en el estudio del fotógrafo Nadar, donde Claude Monet expuso su cuadro “Impresión, sol naciente” que dio origen al término “impresionistas” para los miembros de este grupo de artistas plásticos. Nombres emblemáticos de este grupo, además de Monet, son Pissarro, Sisley, Degas, Caillebotte, Cezanne y nuestro homenajeado: Renoir (1841-1919), quien fue introducido en el impresionismo por Monet en 1875.

Pierre Auguste Renoir nació el 25 de febrero de 1841 en Limoges, hijo de un sastre y una obrera. En su adolescencia asistió al atelier Gleyre, un centro de libre de enseñanza artística, donde se relacionó con los pintores Bazille, Monet y Sisley. Entre 1862 y 1864 concurrió a la Escuela de bellas Artes y, junto con sus amigos, comenzó a pintar al aire libre. Rechazadas sus obras varias veces en los salones oficiales, finalmente son aceptadas en el Salón de 1870. Incorporado al ejército a causa de la Guerra Franco-Prusiana retornó a París en 1871 y a la pintura. Por esa época, el marchante Durand-Ruel se fijó en su obra y Renoir vendió algunas en el Salón de los Rechazados de 1874. Durante las décadas de 1870 y 1880 recibió encargos para realizar retratos, lo cual le permitió una cierta estabilidad económica. Recién casado en 1881, viajó con su esposa por Italia, donde pudo conocer las obras de los grandes maestros italianos del Renacimiento. Debido al éxito de la Exposición Impresionista de 1886 en New York, que provocó una gran demanda de cuadros, Renoir y sus colegas se vieron liberados de sus estrecheces económicas. En 1892 Durand-Ruelle organizó una exposición antológica de su obra, en un momento de madurez artística del pintor. Por esta época, Renoir sufría ya de serios ataques de artritis, que no se traslucen en su pintura y que tampoco le impidieron seguir viajando por Europa. A causa de su enfermedad, en 1903 se instaló en la Provenza, sitio en el que nació su tercer hijo. Por esta época continúo pintando con un pincel atado a su mano, a causa de su artritis deformante. En 1919, el mismo año de la muerte de Renoir, el Museo del Louvre adquirió una obra del artista: Retrato de Mme. Charpentier.


[+ info en: www.nuevo-paris-idf.com y en Los genios de la pintura: Renoir, Tomo 29, Gran Biblioteca SARPE, Madrid, 1979. ISBN: 84-7291-256-6.]

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