sábado, 9 de mayo de 2009

Paseando por Mallorca (o Una Isla para Joan Miró)


© Vilma Santillán (texto)

La isla de Mallorca, ubicada en el Mediterráneo español, puede ser considerada a priori como un destino turístico de sol y playa. Sin embargo, ofrece a quien busca algo más que disfrutar del sol y del mar una oferta cultural amplia.

En la ciudad de Palma de Mallorca y cerca de la Cala Major, sobre una colina con hermosas vistas al Mediterráneo, se puede visitar la Fundación Pilar y Joan Miró, legado del artista y de su esposa a la ciudad. La sede de la Fundación se inauguró en 1992 y es obra del arquitecto Rafael Moneo. Se trata de un edificio cuyo volumen principal tiene forma de estrella y está parcialmente rodeado por un espejo de agua. En su interior se exhibe parte del patrimonio de la Fundación, compuesto por pinturas, esculturas, dibujos y grabados, que se renueva periódicamente. La mayoría de las obras expuestas fueron realizadas durante las décadas de 1960 y 1970. El edificio Moneo se conecta, a través de un jardín con flora autóctona y esculturas gigantes de Miró, con los talleres del artista: el taller Sert y Son Boter. EL primero debe su nombre al arquitecto Josep Lluís Sert, amigo de Miró, quien lo construyó en 1956. Allí se recrea el ambiente de trabajo del artista y su proceso creativo, con varias obras completas y otras inconclusas en exhibición, objetos de su interés, artesanías, paletas, pinceles, papeles y carpetas de trabajo. Son Boter es una finca mallorquina del siglo XVIII que Miró compró en 1959 como segundo estudio de pintura y escultura, que en sus paredes encaladas guarda un tesoro insólito: dibujos de Miró, a la manera de los graffiti, que corresponden a estudios para esculturas.

Para quien está en Palma por primera vez, visitar la Fundación Pilar y Joan Miró es una opción diferente; para quien ha estado en la isla anteriormente y no la conoce, una cuenta pendiente.

[+ info en: http://miro.palmademallorca.es y en http://miro.palma.cat ]

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