sábado, 4 de diciembre de 2010

Turismo y Política



© Vilma Santillán (texto)

El orden social actual nos obliga, nos guste o no, a depender de decisiones políticas, la mayoría de las veces obra de terceros, y que afectan nuestra vida cotidiana en todos los órdenes.

El turismo, como práctica social moderna, no escapa a esta situación. Tanto es así, que decisiones políticas restrictivas en cuanto a circulación de personas, como la exigencia de visados a turistas provenientes de determinados países, limitan las posibilidades de hacer turismo a mercados emergentes. También la cuestión de los ‘cielos abiertos’ o los ‘cielos cerrados’, dependientes de políticas internacionales de aeronavegación comercial civil, afectan la libre circulación de bienes y personas, y en muchos casos la encarecen. Otra cuestión relacionada con el aumento de costos para los turistas, es la aplicación de impuestos turísticos en determinados destinos (ya hemos publicado aquí algunas notas sobre esto a lo largo del año), sobre todo este año, en que muchos estados europeos han decidido recortar las partidas presupuestarias destinada al sector turístico.

Las situaciones arriba mencionadas, a las cuales seguramente se podrán agregar muchas otras, preocupan actualmente a los principales operadores turísticos internacionales tanto o más que la crisis económica mundial. Y es que las decisiones políticas interfieren en la actividad no sólo en el momento de su aplicación, sino también a mediano y largo plazo por los efectos que pueden generar.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo publicado aquí. Eso que llegué de causalidad al blog... porque esto muy aburrida encerrada en mi apartamento en palermo porque no saben si tengo mononucleosis entonces NO PUEDO SALIR DE CASA!! bueno.... volviendo al tema no se como empeze a entrsar en blogs y este me llegó mucho lo que escribieron... asi que quice comentar :)
saludos!

Vilma Santillán dijo...

Gracias Vane por leer este blog. Espero que te resulte interesante durante tu convalescencia.

Vilma