sábado, 12 de diciembre de 2009

Recordando a Poe a 200 años de su nacimiento


© Vilma Santillán (texto)-Daguerrotipo de E. A. Poe por W. S. Hartshorn, 1848

Sólo vivió 40 años pero su obra es, a 200 años de su nacimiento y 160 de su muerte, estudiada por académicos y leída por lectores ávidos de literatura de calidad. Edgar Allan Poe es considerado un maestro del relato corto y renovador de la novela gótica, además de eximio poeta y mordaz crítico literario. Escritor de famosos cuentos de terror, es también el inventor del relato detectivesco, del cual Auguste Dupin, detective privado, es su protagonista en muchos cuentos, como en La carta robada, de 1844. La obra de Poe influyó notablemente en los simbolistas franceses. El escritor Charles Baudelaire tradujo su obra y la dio a conocer en Europa, mientras que Charles Dickens fue su gran admirador y Arthur Conan Doyle su deudor en el género detectivesco.

Edgar Allan Poe (Boston, EE. UU., 1809-Baltimore, EE.UU., 1849) quedó huérfano siendo aún niño, y fue adoptado y educado por John Allan, acaudalado hombre de negocios, con quien vivió en Gran Bretaña entre 1815 y 1820, donde comenzó su educación formal. Posteriormente, a su regreso a los EE. UU., ingresó en la Universidad de Virginia pero fue expulsado de allí por su afición al juego y a la bebida. Por esa misma época rompió relaciones con su padrastro, quien lo desheredó. En 1827 publicó su primer libro: Tamerlán y otros poemas (Tamerlane and Other Poems). Luego de un paso fugaz por el ejército, en 1829 editó su segundo libro de poemas: Al Aaraf. Su tercer libro, Poemas (Poems), fue editado en 1831, y en el año 1835 se casó con su prima, Virginia Clem, una joven de sólo catorce años. Por esa época comenzó a trabajar como redactor y crítico literario en periódicos y revistas de Filadelfia y New York. A esta última ciudad se mudó con su esposa en 1837. La muerte de ésta en 1847, tras una larga enfermedad, agravó sus problemas de adicción al alcohol y a las drogas, muriendo dos años más tarde. La causa de su muerte nunca fue esclarecida, y se atribuyó tanto al alcoholismo como a la tuberculosis, a la sífilis, a la epilepsia, al consumo de drogas, a una falla cardíaca y hasta a la rabia.


[+info: Poe, Edgar Allan: Cuentos completos, Barcelona, Edhasa, 2009. ISBN: 978-84-350-1037-5 y Ackroyd, Peter: Poe. Una vida truncada, Barcelona, Edhasa, 2009. ISBN: 978-84-350-2699-4.]

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