© Vilma Santillán (texto)
La bondad y la generosidad humanas existen, pero también nos advierte el gaucho Martín Fierro que “cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”. Esto debería ponernos en alerta cuando utilizamos las actuales redes sociales que Internet ha puesto a nuestra disposición desde hace relativamente poco tiempo. Y es que ninguna empresa ofrece algo a cambio de nada.
Esto lo he aprendido hace unos días al realizar un curso sobre Turismo y Redes Sociales. Allí pude enterarme de cuáles son los verdaderos objetivos comerciales de Facebook y Twitter, y de dónde obtienen sus ganancias: principalmente, de las bases de datos creadas a partir del uso que de ellas hacen los internautas. Por eso, a partir de ahora, deberemos reflexionar antes de usar estas prácticas y novedosas herramientas digitales.
La bondad y la generosidad humanas existen, pero también nos advierte el gaucho Martín Fierro que “cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”. Esto debería ponernos en alerta cuando utilizamos las actuales redes sociales que Internet ha puesto a nuestra disposición desde hace relativamente poco tiempo. Y es que ninguna empresa ofrece algo a cambio de nada.
Esto lo he aprendido hace unos días al realizar un curso sobre Turismo y Redes Sociales. Allí pude enterarme de cuáles son los verdaderos objetivos comerciales de Facebook y Twitter, y de dónde obtienen sus ganancias: principalmente, de las bases de datos creadas a partir del uso que de ellas hacen los internautas. Por eso, a partir de ahora, deberemos reflexionar antes de usar estas prácticas y novedosas herramientas digitales.
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