lunes, 4 de octubre de 2010

Un dramaturgo costarricense en Buenos Aires

© Vilma Santillán (texto)

Hace unos días hemos comentado en este espacio la presentación de la obra de teatro Balanza rota en Buenos Aires, con la presencia de su autor y director, Diego Andrés Soto Mora. Hoy haremos una reseña sobre la conferencia que Diego ofreció en la Manzana de las Luces previa a Balanza rota.

Su tema fue cómo la palabra, al nombrar algo de determinada manera, construye mundo y situaciones determinadas. Esto es muy importante en el Derecho, en que la palabra es su expresión, sea oralmente o por escrito. Además, la creación de estereotipos a partir de la aplicación de determinadas palabras no permite abarcar todas las singularidades.

Por otra parte, siempre es necesario ubicar la subjetividad en situación, es decir, en una relación dialéctica sujeto-contexto. A partir de esto nos preguntamos: ¿cómo la sociedad reconoce a las personas por un hecho?, ¿cómo se apropia de esa subjetividad? Socialmente, al hacer hablar a una mujer o a un hombre éstos no están en igualdad de condiciones. Estereotipos, prejuicios y discriminaciones afloran en el debate judicial (y en cualquier otro hecho social) y se expresan a través del accionar del proceso, causando un gran daño debido al poder que tienen (o que se tiene en) esas estructuras. De esta manera, el poder es mediatizado a través de prejuicios de género. Por esto mismo, se debe buscar un equilibrio y tratar de una manera individualizada lo particular. Una opción para este cambio de paradigma puede ser la opinión interdisciplinaria en un proceso judicial.

Finalmente, debemos recordar que las palabras tienen poder y, por ello, debemos ser conscientes de su uso y tratar de cambiarlas para lograr un cambio de paradigma en las estructuras culturales actuales.

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